Senderos de vida es una exposición que ofrece una detallada revisión y análisis crítico del trabajo de más de cuatro décadas de la fotógrafa mexicana Flor Garduño, quien ha logrado desarrollar una estética personal en torno a los objetos y lo cotidiano, pero con un enfoque riguroso en la práctica de la fotografía. Los rasgos característicos de su obra poseen una fuerza expresiva, resultado de un ejercicio de libertad creativa que oscila entre el mundo real y la ficción.
La muestra se compone de 114 fotografías y 32 piezas de joyería, estructurada en seis secciones temáticas en las que se destacan los procesos creativos de la artista: desde las realidades cotidianas de comunidades rurales de México y Latinoamérica, hasta la complejidad técnica de sus paisajes ficticios a partir de montajes sutiles, en los que se conjugan luces, contrastes, objetos y texturas.